Reseña La Fuga de Colditz

¿Serías capaz de escapar de Colditz, la inexpugnable prisión alemana?

El mítico juego de tablero, basado en una serie de televisión que muchos recordarán, tiene una nueva versión de la mano de Devir que mantiene toda la emoción y encanto que la primera ya tenía y que los más veteranos seguro recuerdan.

El juego mantiene todos los elementos que lo hicieran todo un éxito en su época. Podrás asumir el papel de las Fuerzas de Seguridad alemanas o ponerte en la piel de uno de los Oficiales de Fuga responsable de los intentos de fuga de su grupo de prisioneros.

La Fuga de Colditz es originalmente un juego producido por Gibson Games en el año 1973 y que se basa en el hecho verídico de un prisionero que consigue escapar del campo de prisioneros de guerra del castillo de Colditz durante la segunda Guerra Mundial. Años después en 1981 lo publicó NAC, y actualmente la edición que todos conocemos y podemos encontrar en las tiendas es la edición revisada del 2006 por Devir Iberia en nuestro país.

Este juego está diseñado para jugar de 2 a 6 jugadores, uno de los cuales deberá dirigir a los guardias alemanes y los demás jugadores llevarán una de las cinco nacionalidades representadas por fichas de distintos colores.

El número de peones para los guardias alemanes y para los prisioneros viene determinado por el número de jugadores en cada partida:

  • 2 Jugadores: 8 prisioneros y 6 guardias
  • 3 Jugadores: 7 prisioneros por cada nación aliada y 12 guardias
  • 4 Jugadores: 6 prisioneros por cada nación aliada y 14 guardias
  • 5 Jugadores: 5 prisioneros por cada nación aliada y 15 guardias
  • 6 Jugadores: 4 prisioneros por cada nación aliada y 16 guardias

Se realizan tiradas con dos dados y los peones se mueven mediante la puntuación obtenida en su suma. Las tiradas de dados que salga dobles (el mismo número en los dos dados) se repetirán y se seguirá sumando el resultado a la nueva tirada.

Para el bando de los prisioneros su objetivo es poder realizar la fuga de un número de presos y durante un tiempo pactados al inicio de la partida, por lo que para el oficial alemán será que sus guardias eviten cualquier fuga durante ese tiempo.

Además también existen cartas de oportunidad, las cuales ayudan de diferentes maneras a los presos como conseguir alguna carta de equipo, cavar un túnel para salir al patio o distraer a los oficiales alemanes, y los guardias alemanes tienen cartas de seguridad que ayudan en el arresto de los prisioneros mediante cartas como recuentos en cualquier sala del castillo o la posibilidad de disparar a un prisionero que se encuentre en los exteriores de la prisión. Los dos tipos de cartas, oportunidad y seguridad, se obtienen mediante la obtención de un 3, 7 o 11 en la suma de los dos dados. El máximo número de cartas serán 3, no contando para este cómputo los kits de fuga o las cartas de equipo tales como cuerdas, alicates, llaves o pase alemán. Además entre los prisioneros pueden intercambiarse o darse cartas.

Para la huida de la prisión de los prisioneros es imprescindible disponer de un equipo de fuga consistente en raciones de comida, ropa de civil, brújula y documentos, ya que sin este kit no podrán realizar la fuga con éxito.

Personalmente es un juego que nos gusta mucho, ya que tiene un sabor añejo, quizás por el sistema, el mapa, los peones, las cartas, o una suma de todo, pero es imposible no recordar la sensación que teníamos en los 80 jugando a este tipo de juegos. Además es un juego fácil de entender y de explicar, diversión garantizada para toda la familia.

Espero que hayáis disfrutado de la entrada tanto como yo, hasta la siguiente entrada…

Una prisión no consiste sólo en muros de piedra o en barrotes de acero. Del mismo modo, una fuga no es sólo una carrera contra el tiempo y los perseguidores. Se trata de una experiencia única, personal e intransferible, en la que el ingenio, la astucia y la osadía son imprescindibles.

2 opiniones en “Reseña La Fuga de Colditz”

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